Varanasi, India
Si existiera un lugar en el mundo donde la espiritualidad fuera la esencia de todo, ese sería Varanasi. Al andar por toda India, te darás cuenta de que no hay una localidad como esta. Su gente, sus ritos, sus vestuarios. Puede que, perdido entre sus calles, llegues a esa esquina en donde se encuentra aquel hombre sabio que espera por ti, para enseñarte a descubrir por qué debes cuidar con mimo tu alma.
Aquí, en este antiguo pueblo, regido por costumbres milenarias, la vida y la muerte van de la mano. En esta cultura, ambos términos tienen un profundo significado, digno de conocer. Al presenciar una cremación en Manikarnika Ghat y ver la forma tan respetuosa en que se lleva cabo este ritual, te darás cuenta del gran valor que tiene la muerte para sus practicantes mientras que, en otras religiones, esta despedida sigue siendo la que nadie quiere ver llegar.
Las cenizas de las personas fallecidas son lanzadas al sagrado río Ganges. Con esta acción, se cree que el cuerpo pasa al “Nirvana” que, según el hinduismo, significa que el ser humano ha finalizado su etapa de sufrimiento en la tierra y, por ende, su búsqueda espiritual.
Tierra de espiritualidad
Luego de esto, los familiares entregan sus ofrendas a las aguas del Ganges en honor a aquel que no volverá pero que, junto a las corrientes de aquel río, encontrará el lugar al que ahora pertenece, el ideal. Los habitantes de Varanasi les han transmitido, a los extranjeros ajenos a su cultura, el alto valor que tiene para ellos contemplar un amanecer.
Sin dudas, al escuchar sus explicaciones, comenzarás a considerar ese momento como el indicado para renovar a profundidad tus pensamientos, dejando que la positividad y la buena vibra se apoderen de tus próximas acciones. Disfruta al máximo de ese pequeño instante en la barca, mientras tu mirada, clavada en el horizonte durante el alba, juega a robarle los colores al sol.
