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Sarah Jorge León: “El día que no hay una obligación con un tercero, existe la obligación moral contigo mismo…”

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Sarah Jorge León: “El día que no hay una obligación con un tercero,  existe la obligación moral contigo mismo…”

EN PORTADA.

AUTÉNTICA.

Sarah Jorge León

“El día que no hay una obligación con un tercero, existe la obligación moral contigo mismo…”

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texto Rosanna Rivera fotos Robert Vásquez maquillaje Eliotte Casimiro peinado Bergdorf
Recientemente, Ritmo Social pudo conversar en la ciudad de Nueva York, con la actriz dominicana Sarah Jorge León, quién nos habló sobre su pasión y vocación por la actuación. Sarah, una chica joven y bella, tan dominicana como las playas que ama y tan universal como cualquier neoyorquina.
Licenciada en Psicología. Recibió su maestría del Instituto de Estudios Avanzados para la Formación Teatral de la Universidad de Harvard, institución adscrita al célebre American Repertory Theater y al Teatro de Arte de Moscú, fundado por el legendario director y actor ruso Konstantín Stanislavski. Sarah posee una variada experiencia profesional internacional, tanto en el teatro como en el cine y la televisión. Con ella conversamos en exclusiva sobre el desarrollo de su carrera, así como sobre sus vivencias en el año 2017.
RS: ¿Qué te atrajo a iniciar una carrera como actriz?
SJL: De inicio, mi fascinación por las historias. Conocer otros mundos… aquellos mundos distantes a las experiencias de vida que he tenido. Tengo profunda curiosidad por la condición humana, por ese hilo invisible que nos une en esencia, y siento que en la actuación podemos explorar, en cuerpo y alma, lo que eso significa. Al encarnar un personaje, puedes entender situaciones y formas de ver la vida, que en ocasiones el miedo o los dogmas no nos permiten mirar sin el velo de los juicios.

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RS: Sarah, ¿qué es Nueva York para ti?
SJL: Nueva York es… posibilidad, sueño, diversidad, universalidad, aventura, arte, luces, pasión, fortaleza, libertad, jazz, teatro, cambio de estaciones… pizza… Central Park, Dumbo, el Whitney Museum, el High Line… Alphabet City… el MoMA… paseos sin rumbo, fotografía, acentos, idiomas, religiones, sabores… activismo, taxis, subways… descubrimiento, autenticidad, nostalgia, modernidad, Radio City, Broadway, Off Broadway, Harlem… Washington Heights… Magia, sombras… encuentro… energía… vitalidad… en síntesis, Nueva York para mí es poesía.
RS: ¿Qué significó este año 2017 para Sarah Jorge León?
SJL: Este ha sido un año lleno de hermosas experiencias; lecciones de vida. Algunas dolorosas, otras llenas de celebración y gozo… Iniciamos unos proyectos, concluimos otros, y quedan esos que continuamos trabajando. Parte de lo fascinante de esta profesión es que es difícil que se repitan las historias de un año a otro. Estamos siempre intentando fluir; siempre sumergiéndonos en aguas nuevas… A veces con remolinos o corrientes submarinas que pueden llevarnos a tocar fondo, pero lo importante es emerger, navegar …lo importante es seguir navegando. En el plano personal, en el 2017 también me marcó una situación de salud que me mantuvo por unas semanas en el hospital. Fueron momentos de incertidumbre, pero gracias a Dios, pudimos superarlo.
RS: ¿Cómo te marcó ese momento en tu vida?
SJL: La sociedad actual nos deja poco tiempo para pensar nuestras vidas. Suena paradójico, pero es la realidad: los seres humanos vivimos constantemente haciendo, ocupándonos o tratando de probar nuestra valía a los demás, y a veces olvidamos lo necesario que es reflexionar. Creo que para trascender frente a situaciones difíciles, lo valioso no es preocuparnos sobre un hecho, sino comprenderlo, más allá del juicio valorativo que tengamos al respecto. La vida ofrece sus pausas y hay que aprovecharlas. Confiar que esos espacios de supuesta inacción, es donde se produce (si lo hacemos con conciencia) la acción de crecer… de abrazar el cambio.
Nunca había estado en una situación donde la vulnerabilidad de la vida, la sintiera tan a flor de piel. Pero, a la par con el peligro que implica estar cerca de esa fragilidad, también llegó a mi corazón el regalo del agradecimiento.
Esos días que estuve en el hospital, recibí las oraciones y la luz de tantas personas que sirvieron de ángeles en mi camino. Gran regalo fue el cuido de mis padres, dos troncos firmes de sostén y sabiduría, plantados justo a mi lado. Sentí las manos sanadoras de mi tía Lidia, quien vivió junto a mí esos días difíciles desde el inicio. La invaluable compañía de mis hermanos… La calidez de mis abuelos, tíos, primos, amigos –nuevos y viejos–, de sonrisas solidarias de enfermeras … de médicos dedicados… En aquel camino conocí lo que, en resumen, se trata la vida: fui bañada de AMOR. Y cuando descubrimos esa gran verdad, tantas trivialidades desvanecen. Ese fue el regalo de mi estadía en el hospital. El saber que cada instante es un milagro.

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RS: Nos cuentan que tuviste una audición importante en el hospital… ¿Cómo fue?
SJL: ¡Ah! Ese fue el “postre” de esa experiencia. La vida me permitió, desde el hospital (vía Skype), realizar un Call Back (segundo llamado de audición) para un papel protagónico de una serie en desarrollo, en una plataforma digital, actualmente en boga. Luego de un esfuerzo colectivo (mi hermana Nina me maquilló, las enfermeras me escondieron la colección de cables pegados de mi cuerpo debajo de la ropa… los médicos me prestaron su salón de conferencias… todo el personal mandó buena vibra en anticipación de los resultados) y recibí la noticia (días después) de que me habían otorgado el papel.
Tristemente no pude participar en la filmación, porque aún mi estado de salud era delicado. Estoy segura que, en otro momento, lo sucedido hubiese sido motivo de frustración. Sin embargo, saberme con la dicha de estar viva, colocó todo en perspectiva. Y ese fue mi segundo regalo de esta experiencia: vivir y soltar. Agradecer y soltar. Respirar y soltar. Confiar y soltar. Es tanto lo que cargamos sobre nuestros hombros tan solo por sentirnos en control, que olvidamos que el control es una simple ilusión. Solo tenemos el AHORA, y si contamos con la dicha de que durante ese AHORA tenemos salud, la reprocidad del amor… un techo, una cama… comida, familia, amigos… TODO ese AHORA, ese momento de magia… se convierte en un momento para decir GRACIAS.

“La sociedad actual nos deja poco tiempo para pensar nuestras vidas. Pudiera parecer paradójica esta expresión, pero es la realidad: los seres humanos vivimos haciendo cosas —ocupándonos— y olvidamos la necesidad que es reflexionar y meditar”.

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RS: Precisamente, antes de entrar en tus proyectos actuales y futuros, queríamos conocer un poquito más de tu diario vivir. ¿En qué consiste un día en la vida de Sarah Jorge León?
SJL: Existe, a veces, una percepción irreal, que tiende a reducir el trabajo del actor a lo que ve el público cuando esta frente a una obra de teatro, una serie de televisión o una película en el cine. Pero detrás existe una realidad que implica elementos que suelen ser poco conocidos. El instrumento del actor ES SU PERSONA, por lo que siento que parte activa del diario vivir de cualquier actor, comienza por la presencia, por tratar de vivir en conciencia, en absorción y observación de sí mismo y del entorno. Hay un constante autoevaluarse presente en el alma de cualquier artista. Los errores, los ejemplos del pasado, las comparaciones contemporáneas, todos esos espejos, en un ejercicio serio de sinceridad, son los mejores referentes cuando el actor los introduce en su propio programa de formación.
Otros aspectos del diario vivir de un actor son las audiciones y su preparación; el cuido de su cuerpo y de su espíritu; la lectura; el afinar técnicas para, aún bajo presión de tiempo, mantenerse en contacto con el contexto y su interioridad. Desarrollar una relación evolutiva y personal con el texto –verlo como más que palabras– como un elemento que pulsa vida y que informa; los ensayos… las dietas, el ejercicio físico, la investigación, la soledad, las vivencias que nutren al corazón; el mercadeo, descubrir tu lugar en la industria. Y agregaría la convicción de seguir con fidelidad la necesidad que nos llama a darle voz y vida a nuestra humanidad compartida.
RS: Mencionaste las audiciones. Precisamente, ¿cómo te preparas para ellas?
SJL: Depende. Sí es para comercial (radio, tv, institucional y/o editorial), la preparación es más corta. Básicamente estudias el perfil/descripción del rol para el cual te van a audicionar, luego haces una investigación del producto para el cual vas a realizar la prueba. Posteriormente, eliges el vestuario que va acorde con la situación presentada en la convocatoria. Ese vestuario es muy importante, porque va a informar la perspectiva con la cual irás a la audición. Además, sabrás mejor cuál es el blanco de público hacia quien se dirige la venta de ese producto. Por ejemplo, no vas a peinarte ni vestirte igual para un comercial de carro de lujo, que para uno de cereal. Cada uno lleva un código diferente en cuanto a colores, actitud, intención, etc. Si la audición es para trabajo “legit” (así le llaman en EE. UU. cuando se trata de ficción en teatro, TV o cine), el tiempo de preparación es mayor. Memorizas las líneas, te acercas a las circunstancias de la escena de manera personal, miras el punto de vista, la relación, el entorno, la época, etc. También parte de la preparación (suponiendo es para una serie), es estudiar la línea discursiva de la misma. Para eso, te implicas en una formación permanente en tu cultura cinematográfica. Esto es esencial para conocer con más claridad el universo en que se desarrolla… sí es una serie en un canal determinado, ver el tono y el público de ese canal. Por ejemplo, en cuanto a la línea estética y de contenido, la cadena ABC y HBO son diferentes. Saberlo es decisivo, porque marca la elección de las justificaciones personales que le darás al texto y a tu accionar.

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RS: ¿Cuál es esa rutina matinal?
SJL: Al despertar, antes que nada, me gusta meditar. A ese lugar donde medito, donde procuro el silencio e introspección, le llamo mi esquina de “meditación creativa” (algo que siento es de suma importancia para el actor: conocerse, verse). Mi esquina es también donde usualmente, luego de meditar, escribo, dibujo, leo, en fin, donde me acerco a mí misma y a todo. Luego llega uno de mis momentos predilectos: EL CAFÉ y su olor… El café es amanecer en una taza… es recibir el día, es quizás, frente a su aroma y sabor otra forma de meditación. Entonces, el desayuno el que trato sea balanceado. No te niego que me fascina comer, ¡uf! … si me llevo del gusto, luego me veo en un lío. Digo lío, porque odio hacer dietas, por lo que trato de comer de todo con moderación; comer alimentos que me hagan sentir bien. Siempre y cuando la tentación no venga disfrazada de una pizza (risas). Después, irremediablemente hago ejercicios: pesas, yoga o cardio y te cuento que, creo que ahora, con disciplinas y libertades, me siento más cómoda en mi propia piel
También hay un tiempo de oficina, pero sin la burocracia. Allí es donde reviso emails, donde organizo lo pendiente en cuanto a producción; planifico reuniones con Los Ángeles, pues tanto por mis managers como por algunos de los trabajos en los que estoy envuelta, precisan comunicarme con la costa Oeste. Y así comienza mi día…

“La vida ofrece sus  pausas y hay que aprovecharlas. Confiar que en esos espacios de supuesta inacción, es donde se produce […] la acción de crecer…”

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RS: Este año, participaste en varios proyectos locales e internacionales, tanto para el Cine como la Televisión. Podrías compartirnos alguna de estas experiencias.
SJL: Te cuento que de este año, la más retadora fue un proyecto con “captura de movimiento” que realicé en N.Y. No puedo revelar aún el título por cuestiones de confidencialidad. Fue una increíble experiencia que trajo consigo un alto grado de concentración física y mental, ya que para el actor no existen referencias dentro del set salvo demarcaciones codificadas por colores donde están los supuestos objetos en el espacio y, por lo tanto tienes que imaginarlos. Esto obliga a una presencia alerta, de cuerpo ágil y una mente aguda. A su vez, la tecnología que acompaña este tipo de trabajo, captura hasta la respiración del actor, por lo que exige un acercamiento íntimo, una vida interior activa y honesta, expresada a través de los ojos del artista. Es un trabajo agotador, pero me encantaría volver a vivirlo.
RS: ¿En cuáles proyectos estás involucrada en la actualidad?
SJL: Estamos trabajando a tiempo completo en dos proyectos. El primero, al que le hemos dedicado varios años, es un proyecto en el que tengo responsabilidades tanto actorales como en la producción. Es una historia hermosa, que desde el momento que llegué a ella, me dejé cautivar por su forma misteriosa de contar la existencia, partiendo desde una perspectiva caribeña hacia un escenario universal. Es un homenaje a nosotros como isleños. Dedico mucho tiempo a dialogar con la fuente de la historia original, con el guionista/director, para adaptarlo al discurso cinematográfico. Por otro lado, estamos inmersos en un proyecto de serie para plataforma digital. Buscamos recrear historias que trasciendan los estereotipos sobre el biculturalismo hispanoamericano en Estados Unidos. Es un ejercicio dual tanto de escritura como de actuación.
RS: ¿Qué te inspira?
SJL: ¡Ufff! ¡Demasiado! La naturaleza, una sonrisa… la luna …. el perdón… desconocidos…actos de bondad… el mar, el horizonte, una taza de café (o varias), una copa de vino… la lealtad, el agradecimiento, la autenticidad, la música… el cielo del Caribe que tanto amo… las miradas cuajadas de lágrimas… y las plenas de alegría también … la solidaridad… la justicia… el respeto… el arte (en todas sus manifestaciones)… las montañas… la inocencia de los niños… la sabiduría que acompaña la tercera edad… mis hermanas de vida (aunque no de sangre)… las manos que anhelan ser sanadoras… la ciencia… el pasado que me trajo hasta aquí y todos sus maestros… la vulnerabilidad…. la resiliencia… el renacer de un corazón herido… alguien viviendo en su elemento, en su pasión… la valentía… la libertad… la empatía…. la vida misma…

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RS: ¿Cuáles son las referencias literarias y artísticas que nutren a la actriz Sarah Jorge León?
SJL: Definitivamente, las letras y la música, pero el teatro me ha llevado a otras, como las artes visuales. Tengo una madre educadora, y un padre ingeniero. Pero en la intimidad del hogar, ella es mucha literatura, y él mucho bossa nova. Benedetti, Jane Austen, Cervantes… Vinícius de Moraes, Antonio Cârlos Jobim…me han acompañado desde la infancia.  Amo a Lorca; esa fuerza visceral de su narrativa. A Neruda, porque es un eterno enamorado del MAR… y para mí el Mar significa hogar.
En el plano teatral Ibsen, quien para muchos, fue uno de los primeros dramaturgos feministas. Admiro su obra porque se atrevió a desnudar los roles sociales convencionales, dándole a la mujer voz, anhelos y espacio. Samuel Beckett, porque me lleva al cuestionamiento activo sobre la existencia. Harold Pinter; por el uso que hace del lenguaje, las pausas, la ironía, el humor, la retórica.
Me gusta mucho el “Teatro del Absurdo”, es una forma efectiva de mirarse al espejo, porque en su exageración nos lleva a reírnos de nosotros mismos, lo que nos permite más fácilmente mirarnos de manera crítica.

“Me encanta Sinatra y cómo le canta a ese Nueva York que es poesía. Lorca y esa fuerza visceral de su narrativa. Neruda porque es un eterno enamorado del MAR… y para mí el Mar significa hogar; leo Neruda y me siento en casa”.

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RS: Hace un rato mencionaste las artes visuales y la música…
SJL: Para crear un personaje, o más bien para adueñarse de un papel, las artes son una fuente de gran riqueza. Clara Ledesma me inspira y me fascina; sus mundos llenos de fantasía me hacen mirar con ojos de niña. En su obra hay curiosidad y juego, algo que en lo particular va muy atado a mi profesión y a mí misma.
Me encanta el simbolismo y la plasticidad de Jorge Pineda…Los grabados de Belkis Ramírez, en especial aquellos que hacen alegoría al mar y, naturalmente, al café.
De Van Gogh me impresiona esa capacidad de envolver en creatividad sus huracanes existenciales. Tal vez porque de alguna forma u otra, todos, pero en especial los artistas, tenemos espacios en el alma que nos causan aprensión.
Todo el movimiento surrealista también me inspira. Frida, Dalí… Buñuel, son ejercicios de estirar nuestras capacidades de pensar lo que no existe.
En la música, me gustan las creaciones de los años 70, hay algo crudo y nostálgico que me encanta de esa época: Pink Floyd, Dire Straits, Zepplin, Patti Smith… Si me llevas al Caribe, el bolero (herencia de mi abuelo José), la bachata y el merengue, son parte esencial de mi ADN cultural. Y de mi tierra, no puedo ni me quiero escapar.

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“La navidad es unidad por encima de las divisiones; concertación por encima de las diferencias; generosidad por encima de los egoísmos y las violencias”.

RS: Finalmente, Sarah: ¿qué significa la Navidad para ti y qué deseas para este 2018?
SJL: Para mi, la Navidad es AMOR. Amor solidario, cálido, presente, compasivo… La Navidad es unidad, generosidad; concertación por encima de las diferencias que nos alejan de la violencia. Para este 2018 deseo, desde lo más profundo de mi ser, salud… Quiero paz, justicia y dignidad para todos…