Hotel del Casco en San Isidro de Argentina
Fotos: Fuente externa
Una de las atracciones más simbólicas y de gran notoriedad del centro histórico de la ciudad de San Isidro, Argentina, es el Hotel del Casco, un señorial palacio neoclásico que fue restaurado, en 2003, para convertirse en un hotel boutique de cinco estrellas, sin perder la esencia tradicional de sus espacios llenos de elegancia y sofisticación de antaño.
Su construcción data de 1892. Anteriormente, era una casa de verano perteneciente a una aristocrática familia de Buenos Aires. Desde que atraviesas las puertas de hierro, comienzas a experimentar un sinfín de episodios propios de la historia social y cultural argentina.
Ya dentro, un corredor de columnas te da la bienvenida, al tiempo que la luz natural se refleja en ti, mientras penetra los cristales del tejado, que hacen juego con los pisos de mosaico originales. Sin dudas, un lugar tranquilo para tomar café mientras se lee un buen libro, sentado en uno de sus sillones de cuero.
Este emblemático edificio, que alberga dicha refinada escena hotelera, posee paredes de ladrillos y techos altos, protagonizados por fabulosas lámparas de arañas de luces, que rememoran una época marcada por la aristocracia. Aquí se respira una atmósfera intimista y de armonía en la que se conjugan diversos elementos, texturas, materiales y colores que, al fusionarse, recrean un ambiente totalmente relajado.
Sus veinte habitaciones, con pisos de madera, están destinadas a ofrecer todo el confort a los huéspedes que deciden retirarse un poco del incesante ritmo de la metrópolis. Muchas de las alcobas permiten el privilegiado paso al patio central.
Entre las comodidades que imperan en ellas se encuentran: camas king size, vestidas con suaves sábanas de algodón egipcio y, también, bañeras legendarias, sinónimo de un lujo clásico y atemporal.
Otras de las áreas con acceso disponible a los clientes son la biblioteca, la piscina, la zona de spa y el gimnasio. La inclusión no se queda detrás, debido a que cuentan con instalaciones para discapacitados.
Asimismo, en los predios del hostal, está enclavada la Casa del Casco, una villa independiente de cuatro aposentos que tiene una alberca privada.
Cabe destacar que, aquí, los hospedados solo podrán degustar el desayuno continental en su terraza al aire libre, ya que no poseen un restaurante propio. Y es que sería una pena no recorrer los históricos y fantásticos destinos que le rodean, como también lo son los distinguidos espacios culinarios.
Además, se debe resaltar que, a tan solo dos minutos del palacete, se erige entre religiosidad y magnificencia la Catedral de San Isidro, templo sagrado para los feligreses y emblema de la localidad.
Lo que convierte al Hotel del Casco en un referente a nivel de hostelería es el sumo cuidado que el personal da a los detalles de sus espacios físicos, además del esmero en el mimo a sus visitantes.
