La República Dominicana exporta, actualmente, más de 350 millones de cigarros anuales. Es el principal productor mundial de puros de calidad y se ha ganado el apelativo de “País de los puros”.
Para hacer un cigarro, es preciso conocer los materiales y el proceso que conlleva. Primero, debemos tener las hojas de tabaco, una tabla, preferiblemente de madera, una chaveta, que es una cuchilla de cortar, una madera para controlar el tamaño, la guillotina de corte para la longitud del tabaco y la resina natural que se usa para la terminación.
El tabaco se somete a un proceso para que pueda quedar seco y con la textura de los cigarros. Después, se pulveriza y se coloca en unas máquinas que lo introducen en un tubo de papel, creando una especie de “cigarro infinito”, el cual está relleno de tabaco. Acto seguido, se corta y se coloca el filtro, el cual está hecho de un extracto proveniente de árboles.
Existen máquinas que se encargan de separar y acomodar los cigarrillos en cajetillas. Hay diversos controles de calidad para separar los productos que no cumplan con los requisitos básicos, como un buen empacado y que no estén rotos.
Al momento de fumarse un puro o cigarro, debe saberlo acompañar, por lo que les recomendamos complementarlos con un buen whisky o ron añejo, creando la combinación perfecta.
Existen 93 empresas dedicadas a la producción, industrialización y exportación de cigarros en la República Dominicana.