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Botiquín Emocional

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Body And Soul.

Primeros auxilios emocionales

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texto: Ricardo Pichardo/ fotos: fuente externa
Generalmente, alguien cercano a nosotros recibe una mala noticia y nos enteramos porque esa persona ha confiado en nosotros para compartir su dolor, estamos cerca y lo ideal sería brindarle soporte emocional; pero muchas veces no sabemos qué hacer, qué decir… y cómo no, ‘meter la pata’ con comentarios fuera de lugar. Nos podemos sentir mal pensando si lo que estamos haciendo para ayudar verdaderamente está dando resultados positivos o si es todo lo contrario. Como por ejemplo, ante un fallecimiento, el diagnóstico de una enfermedad, fracaso, rechazo, maltratos, problemas judiciales, quiebra, infidelidad, divorcio, violencia, desempleo, jubilación, etc.image1En casos más extremos, podemos vernos envueltos en una situación amenazante para la vida y estar rodeados de personas que necesitan mantener la calma como en casos de terremotos, incendios, secuestros, robos, accidentes automovilísticos o quedarse encerrados en un elevador. Alguien entra en una crisis emocional producto de las circunstancias y necesita primeros auxilios emocionales” con estas líneas iniciamos a armar nuestro botiquín. Seguro que se han sentido identificados con una o varias de las ideas que la psicóloga plantea para justificar la importancia del tema. Los beneficios son muchos. En primer lugar, porque nos van a permitir darle el mejor soporte a las personas que amamos y, en segundo lugar, porque la vida nos va a presentar emergencias emocionales todo el tiempo, en personas de todas las edades, desde niños hasta ancianos. Luego de los primeros auxilios, si es necesario, sería conveniente que “el paciente” acuda a la terapia psicológica para manejar su dolor emocional.

 

Estar preparados

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La vida nos presenta emergencias emocionales todo el tiempo. Cuando estas crisis no son manejadas adecuadamente, pueden conducir a situaciones graves para la salud emocional, tales como la depresión, la ansiedad y el deseo de quitarse la vida. Estamos hablando de prevenir situaciones serias. Es un error pensar que todas las personas están en la capacidad de superar las heridas psicológicas sin ayuda.

 

Reconocer el Dolor

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Hay que tener la capacidad de reconocer el dolor emocional. Para esto, la psicóloga nos dice que podemos notar síntomas físicos como ojos llorosos, el andar cabizbajo, falta de apetito, hundimiento de los ojos, no tener deseos de hacer nada. De igual modo recomienda estar atentos al discurso de la persona: si es pesimista, triste o lleno de desesperanza y fracaso, con expresiones tales como: “¿Por qué me está pasando esto?”, “No sé que hacer ahora”, “Quisiera morirme”, etc.

Caricias

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«Dependiendo de la cercanía emocional que tenemos con la persona aflijida, vamos a poder sacar de nuestro botiquín de primeros auxilios, caricias apropiadas para dar soporte, tales como colocar la palma de la mano en la espalda de esa persona, pasar nuestra mano por su cabello rítmicamente o darle un fuerte abrazo. El abrazo sostiene a la persona como una cuna a un bebé. Es un espacio que nos envuelve y recuerda el abrazo de la madre, que da seguridad emocional. En el calor de un abrazo amoroso, la persona puede hablar de lo que siente con mayor facilidad», comenta Franjul.

Otros elementos

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La experta afirma que el simple hecho de estar al lado de alguien que está sufriendo, transmite un mensaje silencioso que dice: “Estoy aquí para ti”. No hay que tener la palabra perfecta, sino dejarle saber al otro que nos importa y que puede contar con nosotros. Ese botiquín debe tener, además, la importante herramienta de la escucha activa; más que hablar o dar muchos consejos, la persona necesita ser escuchada. Debemos, además, centrarnos en la necesidad de la persona que sufre. Lo ideal es preguntarle: “¿Qué tú necesitas de mí?”. Es importante dejar llorar por incómodo que sea el momento. Llorar es terapéutico, ayuda a descargar las tensiones, agotar el organismo y da una sensación de alivio. Todos podemos dar estos primeros auxilios emocionales, lo importante es estar dispuestos.

Editorial

foto-ricardo-columna No sé si todos estamos conscientes de que las heridas emocionales son igual o más paralizantes que las físicas. Pues así es. Igual como tenemos en casa, en el carro o en la oficina un botiquín de primeros auxilios para socorrer a alguien y limpiarle sus heridas, de igual modo debemos tener un botiquín o caja de herramientas que podemos utilizar para apoyar a alguien emocionalmente. La idea es de la psicóloga clínica y terapeuta familiar, Patricia Franjul. Me contó que hace unos días abordó este interesantísimo tema en su programa de televisión “Aprendiendo a vivir” y de inmediato le pedí que lo desarrolláramos en esta sección. Me pareció genial la analogía. De inmediato comprendí la importancia de tener este conocimiento que nos permitirá contener y ayudar –al menos en primera instancia– cualquier malestar emocional de algún familiar o amigo que lo demande. En una de sus respuestas, me decía que a diario vivimos emergencias emocionales. Estoy seguro de que nadie está exento. Y qué bueno es tener un repertorio de acciones para ayudar al que lo necesita, pero sobre todo nos ayuda a nosotros mismos para poder aplicar en caso que lo necesitemos. La invitación es a armar nuestro botiquín personal, a llevar en la mente y en el corazón estas acciones que nos recomienda la experta para hacer de este mundo uno más humano, más digno… más feliz.

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