Una primera dama llena de personalidad, siempre con las mejores palabras a mano cuando de defender a su familia se trataba. Se empoderó al cien por ciento a la ayuda humanitaria por medio de su fundación Barbara Bush, por la cual se dedicó a luchar a favor de la alfabetización y en contra del cáncer, creada a raíz de la muerte de su hija Robin provocada por leucemia. Siempre defensora de los derechos de las féminas, se enfocó, además de todo, en ser una mujer de familia, dedicada a su hogar. Por eso se dio a conocer como «la abuela de todos».