INTELECTUAL.
Heredó de su padre el arte del buen escribir
texto Milagros De Jesús Viñas foto Don Skemer
Reza un dicho que: “De tal palo, tal astilla”, y sí, es muy cierta esta frase del argot popular, ya que casi siempre los hijos heredan los mismos gustos y anhelos de sus padres y se ciñen tajantemente a su forma de actuar. Este caso no ha sido la excepción. El primogénito del Nobel de Literatura del 2010, Mario Vargas Llosa, ha seguido los lineamientos por los cuales su padre lo rigió durante su crianza cuando era un niño.
De él heredó su amor por la escritura al convertirse en un famoso ensayista y periodista, logrando ejercer esa carrera en los distintos medios de comunicación masivos de Perú, al igual que de otros países de Latinoamérica y, posteriormente, en Estados Unidos y Europa.
Actualmente, dirige el Center on Global Prosperity del Independent Institute en Washington y su columna semanal del Washington Post Writers Group que se distribuye en países de habla hispana y en los demás continentes del mundo. El repertorio bibliográfico de Álvaro cuenta con 10 libros en español, uno en inglés y una importante colaboración en la que fungió como coautor del Manual del perfecto idiota latinoamericano (1996).
Gracias a su labor periodística y literaria, ha recibido varios galardones entre los que se destaca el premio Sir Antony Fisher International Memorial Award (2006) por su libro Liberty for Latin America, el Premio Juan Bautista Alberdi 2006 otorgado por el Hispanic American Center for Economic Research (HACER) de los Estados Unidos por su defensa de la libertad en las Américas, y el Premio a la Libertad de Expresión otorgado por la Asociación de Periodistas Iberoamericanos en 2005.
Este es el vivo ejemplo de que no siempre un padre e hijo están unidos solo por los lazos sanguíneos, sino que también, comparten y viven por la misma pasión.
