Transilvania, Rumania
Fotos: Fuente externa
Entre murallas, calles adoquinadas, imponentes castillos, la magnificencia de lo natural y un velo misterioso, se erige una hermosa ciudad medieval que ha trascendido culturalmente, a lo largo de los años, por el misticismo que impregna su esencia.
El solo hecho de ser la cuna de uno de los personajes más sádicos de todos los tiempos, el Conde Vlad «El Empalador«, cuya historia sirvió de inspiración para que el autor irlandés Bram Stoker creara al vampiro más famoso y temible de la literatura universal y el cine: Drácula, un clásico que cumplió 103 años desde su publicación, el 26 de mayo de 1827.
Sin duda, la convierte en un icónico paraje inmerso en oscuras fantasías. El nombre Transilvania hace alusión a “la tierra más allá del bosque”. Y es que el verdor que profesa la Madre Naturaleza, en sus idílicos espacios, es digno de admirar con desvelo.
Esta región enclavada en el centro de Rumania goza de suntuosos atractivos, destacándose sus densos bosques y emblemáticas edificaciones llenas de leyendas y vibrante colorido.
Recorrer sus históricas y culturales vías les permiten a los visitantes amar aún más este encantador destino, por el disfrute de sus impresionantes fortalezas como: el Castillo de Bran (hogar ficticio de Drácula), el alcázar de Peles, uno de los más bellos de toda Europa por su arquitectura neorrenacentista y el de Hunyad, el palacete medieval más grande de la comarca. Esto ha generado un impacto significativo en el turismo de la zona.
¿Desearías aventurarte tras las huellas de Drácula? Si eso anhelas, Transilvania te espera con ansias.