Hay destinos que se convierten en los predilectos de miles gracias a su gastronomía, clima y, en ocasiones, por la calidez de su gente; en cambio, hay otros que enamoran a sus visitantes por las historias que guardan sus calles, costumbres, tradiciones y su arte… indudablemente,este último conecta infinitamente a las personas; y qué mejor lugar que la ciudad de San Francisco, en Estados Unidos, para descubrir sitios repletos de pura autenticidad creativa.
Tal es el caso de Saint Joseph’s Arts Society, un nuevo club de artes, que tiene como sede una remodelada iglesia románica. Luego de la restauración, esta obra arquitectónica ha cobrado valor y es la admiración de todos los pobladores de la localidad.
La mente maestra detrás de todo esto es el famoso diseñador de interiores, Ken Fulk, quien hizo un trabajo extraordinario, bien aplaudido por la crítica internacional. El artista no escatimó ni una pizca de talento en busca de su objetivo: preservar y promover lo mejor del arte. Gracias a esto, el edificio es el centro de las reuniones artísticas más importantes de San Francisco.
Adentrarse en el interior de este antiguo templo religioso y perderse en uno de sus pasillos, verdaderamente, es reencontrarse fugazmente con notables personajes de siglos pasados.
Cada pieza exhibida en el museo se encuentra perfectamente conversada. A pesar de que la historia es la protagonista, la innovación está presente en cada detalle. Los colores elegidos por el interiorista no pudieron ser más acertados, ya que equilibran lo visual y lo espiritual a la perfección. Cada creación cuenta su propia historia.