ECLÉCTICO.
Sus impresionantes trabajos en el arte del interiorismo lo han convertido en un referente mundial del diseño
fotos Fuente externa
»Lo que me interesa ahora es la arquitectura interior: concebir los volúmenes y las proporciones. Entonces, la decoración viene fácilmente».
El eclecticismo define a la perfección su sello como diseñador. Su impecable trabajo queda demostrado cuando, de una simple casa, crea una fascinante morada que evoca la elegancia en su máxima expresión. Este interiorista francés ha marcado un antes y un después en lo que respecta a la decoración, por introducir un nuevo estilo »Hecho en Francia», ya que sus proyectos se mantienen fieles a los fundamentos de pureza, equilibrio, confort y modernidad.
En sus diseños, recrea idílicos espacios impregnados de su visión contemporánea, caracterizada por el lujo sin excentricismo, siempre cuidando los detalles y abogando por lo minimalista, al igual que por la utilización de materiales nobles y auténticos, como mármol, piedra, bronce, metal y cerámica. Asimismo, involucra a los mejores artesanos de Europa para crear sus refinados muebles y lámparas.
Pierre suele conjugar su pasión por lo contemporáneo con el mobiliario vintage, incorporando en sus creaciones su dominio del volumen arquitectónico y las proporciones. Es un ávido coleccionista de piezas de arte, en especial, de obras site-specific, que consiste en un tipo de trabajo artístico destinado a un lugar en específico.
Su fuente de inspiración se ciñe al estilo escandinavo de Axel Einar Hjorth, quien frecuentemente da vida a ambientes nórdicos en los que se vislumbran un refinamiento que no recurre a lo extravagante. En las obras de este artista del diseño, se plasman volúmenes armoniosos y líneas estrictas suavizadas por la luz, mientras que el color y las formas sinuosas incitan a la creatividad y al resurgir de ideas.
Su inminente talento le ha permitido restaurar espacios históricos y adaptarlos a la modernidad. Entre sus notables trabajos se destacan: un hotel de cinco estrellas en el corazón de París, el Castillo del siglo XVII en La Provenza; una mansión parisina con obras de Daniel Buren, Tadashi Kawamata y Ugo Rondinone; un chalet suizo; un hotel y bodega en Douro, Portugal; una casa en Tel Aviv, con una instalación nido de Porky Hefer, y otros.
La carrera de Yovanovitch inició en 1990, pero vio su despunte cuando, durante ocho años, trabajó con Pierre Cardin en las líneas de moda masculina de la casa de alta costura, primero en Bruselas y luego en París, hasta el año 2000.
Un año más tarde, creó, en París, su propia agencia «Pierre Yovanovitch Architecture d’Intérieur», con la que ha desarrollado proyectos residenciales, institucionales y comerciales en países como Francia, Bélgica, Suiza, Inglaterra, Israel y Estados Unidos. Este drástico cambio de la moda al interiorismo fue estimulado por el mismo Cardin, quien le sugirió que siguiera su pasión por la arquitectura y el diseño de interiores.
En 2019, la editorial Rizzoli publicó la primera monografía del interiorista francés, narrada por él mismo. “Pierre Yovanovitch: Interior Architecture”, integra 360 páginas y 220 fotografías. Esta publicación se centra en los 14 trabajos más trascendentales de toda su vida.
“Este libro marca un hito importante en mi carrera. No solo es la muestra más grande de mi trabajo hasta la fecha, también sirve como un escaparate de mis obras en casi dos décadas de interiorista”.